Para nosotros los miembros del SINDICATO DE LA INDUSTRIA ELECTRICA DE EL SALVADOR (SIES) la masacre cometida contra sindicalistas miembros
de la Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores Salvadoreños (FENASTRAS
31-10-1989), es un momento oportuno no solo para recordarlos, sino para reivindicar y actualizar su consigna de la lucha por el trabajo decente y digno por lo cual ofrendaron su vida. Los nombres de nuestros mártires obreros y obreras salvadoreñas están escritos en la historia sindical del país. Su sacrifico jamás será olvidado y en estos momentos de crisis mundial donde se están dando masacres sindicales a través de Reformas Laborales que están dejando sin empleo a millones de trabajadoras/es, reivindicamos la memoria de: Ricardo
Humberto Cestoni, de 35 años de edad, Secretario de Actas del Sindicato de Empleados y
Trabajadores de SETA; Rosa Hilda Saravia de Elías, 35 años, cocinera; Julia Tatiana Aguirre
Mendoza, 22 años, del Sindicato Gastronómico; Vicente Salvador Melgar, 42 años, Secretario de Asistencia Social del SETA; José Daniel López Meléndez, 42 años, Secretario de Conflictos de la Federación SOICSCES; Luis Edgardo Vásquez Márquez, del Sindicato General de Empleados Bancarios; Febe Elizabeth Velásquez, del Comité Ejecutivo de la Unidad
Nacional de Trabajadores Salvadoreños y muy conocida por su trayectoria de lucha; María
Magdalena Rosales Sánchez, de 17 años, Carmen Catalina Hernández Ramos y Juan Tejada, cuya afiliación sindical no puede determinarse. Para los que no lo saben, fue en el local del SIES situado sobre la 12a avenida norte donde se fundó FENASTRAS, pero con el correr de los años el SIES y otros de los sindicatos fundadores de dicha Federación fueron desafilándose de la misma.
Además también el SIES tiene sus mártires sindicales, contarles que en los años 70s Silvia Olan quien laboraba como secretaria del SIES Seccional por Empresa CLES (Compañía de Luz Eléctrica de Sonsonate) fue secuestrada por soldados y miembros de la Guardia Nacional, días después se encontró su cuerpo con señales de tortura con lujo de barbarie de los métodos utilizados por los escuadrones de la muerte de aquel entonces. En esos mismos años los compañeros Mauricio Ángel Valenzuela y Roberto Portillo Soto que laboraban en CAESS y eran miembros de la Junta Directiva General del SIES, días después de participar en seminario sindical en la Universidad Lombardo Toledano de México, al llegar al país fueron secuestrados y posteriormente asesinados. Por cuestiones de necesidad económica de sus familiares, y para cobrar el seguro de vida, se dijo que dos cuerpos encontrados calle al puerto de la Libertad eran los compañeros antes referidos, hasta hoy sus restos nunca fueron encontrados. También en los años 80 y 81 el local de la sede central del SIES fue dinamitado y saqueado en dos oportunidades por parte de los cuerpos represivos de la época.
Un breve comentario acerca de Febe Elizabeth Velásquez. Tuve el privilegio de escuchar mensajes de denuncia política de Febe en varias ocasiones en la Universidad de El Salvador (En aquel entonces mi persona formaba parte de uno de los tantos gremios estudiantiles universitarios que teníamos vínculos con sectores sindicales para el trabajo sistemático de denuncia política).
Febe reflejaba tremenda claridad ideológica pero sin desvincular su conciencia sindical, su mensaje era multiplicador de motivación y sentido de pertenecía, es lo que le sobrevive y nosotros sindicalistas miembros de CSTS y FESTRASPES no olvidamos a quien en vida fuera, la Secretaría General de FENASTRAS, quien murió a los 27 años de edad, dejando en orfandad a sus tres hijos. Como olvidar a quien a sus 16 años, siendo trabajadora de la fábricas de ropa “CIRCA, S.A” (subsidiaria de la Transnacional Levis Strauss Inc.) dirigió la gran huelga de 32 días en dicha fabrica y junto a otros obreros realizaron una huelga de hambre como respuesta a la intransigencia de la patronal, lo cual generó una campaña en Estados
Unidos, donde los trabajadores de la transnacional demandaron solución inmediata al conflicto laboral.
Retos y desafíos del sindicalismo en tiempos de crisis: Hoy, a 23 años de lo ocurrido en
FENASTRAS, no quisiera dejar de hacer una corta reflexión del momento actual, donde en
El Salvador se está experimentando; con un sabor agridulce para la clase trabajadora, la alternancia en el poder político y en la conducción del gobierno, LO CUAL NO CONTRADICE QUE ES NECESARIO SEGUIR EN EL PROCESO, POTENCIAR
EL CAMBIO Y LA PROPIA ALTERNANCIA EN EL PODER. NECESITAMOS
EN TIEMPOS DE CRISIS UN GOBIERNO QUE NO POTENCIE NI HAGA PREDOMINAR EL CAPITAL POR ENCIMA DE LA PERSONA, POR SOBRE LAS NECESIDADESDEL PUEBLO. Resulta imperante que los sindicatos trabajemos arduamente por un proceso de unidad nacional para enfrentar este modelo que es elverdadero enemigo de los trabajadores y trabajadoras que luchamos por mantener y promover el trabajo decente. LA LUCHA Y LA PROPUESTA DEBEN SER PILARES FUNDAMENTALES.
Es preciso realizar una Reforma Sindical que barra de las estructuras sindicales a ciertos dirigentes mercantilistas que están siempre con el ganador, NO TRABAJAN DESDE
HACE AÑOS PARA NADIE, pero están siempre enquistados desde hace más de veinte años en instancias tripartitas, sin defender los verdaderos intereses de los trabajadores, sus votos en dichas instancias se suman a la de los empresarios y se desnaturaliza la real esencia de las instancias tripartitas. Estos dirigentes solo andan detrás de los proyectos de de cooperación internacional, personas que en su mochila portan los sellos de sindicatos fantasmas que les sirve para presentarse como los más votados en el risible proceso de escrutinio que los faculta para “representar” a los trabajadores en el ISSS, FSV, INSAFORP, CNSM Y CST.
Necesitamos sindicatos, dirigentes y afiliados con capacidad de entender que tenemos derechos y obligaciones, que el trabajo se defiende con el contrapeso de la organización fuerte y unida, pero que también seamos eficientes y productivos, entender que tenemos derechos y obligaciones, que tengamos capacidad de lucha y propuestas a los problemas del país, a los problemas de las empresas por los vaivenes de la economía mundial. Los sindicalistas no debemos considerar que los empresarios son nuestros enemigos ni los empresarios deben ver a los sindicatos o sindicalistas como sus enemigos, nos necesitamos unos a otros pero no desde la posición de querer doblarnos el brazo. Es preciso que los empresarios dejen de poner el pulgar hacia abajo y dejen de cantar a todo pulmón “Que el Salvador será la tumba donde los rojos terminarán…” El gobierno no es responsable de todo, pero si es responsable de buscar la solución integral a través de un verdadero Plan de Nación donde todos aportemos, nos sacrifiquemos y cedamos en pro del futuro de esta tierra que tanto amó Monseñor Romero.
En los tiempos de la guerra civil que sufrimos, a los sindicalistas como los que murieron en el local de FENASTRAS se les tildó de rojos, por exigir libertad sindical, negociación colectiva y estabilidad laboral, nosotros en el SIES hoy en día no hemos renunciado a dichas consignas, creemos firmemente en la negociación, creemos en el consenso antes de incendiar desde adentro el barco, siempre y cuando la contraparte no entienda esto como debilidad y se aproveche de las circunstancias. No tenemos nada en contra de que los empresarios inviertan y ganen lo justo, pero no deben olvidar que el interés social está por sobre el interés  individual, así reza en uno de los artículos de la Constitución. No se debe matar a la gallina de los huevos de oro, pero que tampoco la gallina mate a sus forjadores. Finalmente decir que promover el trabajo precario, la disolución de sindicatos, la explotación laboral, y actuar con avaricia desmedida, son el caldo suficiente y tierra fértil, que ha engendrado y multiplicado la crisis de valores que se materializa en el deterioro de la sociedad a través de pandillas, lavado
de dólares, corrupción, pobreza social, altos índices de delincuencia, en fin, crisis  eneralizada.
En memoria de salvadoreños y salvadoreñas que ofrecieron sus vidas y dieron su sangre por una sociedad justa y democrática, estamos obligados a multiplicar la esperanza, la fe y la acción sindical con el estandarte de LIBERTAD, TRABAJO Y JUSTIICIA, otro El Salvador mejor es posible.

Joselito Acosta
SECRETARIO GENERAL DEL SIES.

Publicado en Boletin CSTS (Octubre 2012)